Magnífica excursión la de abril por Els Ports. Hemos disfrutado de un entorno fantástico, desconocido por muchos de los caminantes, aunque es una ruta fácil y con acceso también al alcance.

Algunos sufríamos por el tiempo porque toda la semana los meteorólogos de TV3 nos pronosticaban calor intenso para el sábado en esta zona, pero no ha sido ni de lejos como pensaban. Además hemos tenido la ventaja de que hemos ido la mayor parte del recorrido por senderos bordeados primero por carrascas y bojes, y después por pinos que nos protegían del sol.

Hemos empezado la salida en el Toscar donde hemos dejado los coches. Enseguida nos hemos subido un buen rato. Muchos tramos del camino estaban empedrados, lo que nos hace pensar que era un antiguo camino de herradura. Hemos atravesado el barranco del bosque Negre y hemos continuado subiendo sin cesar. Como ya habíamos ganado altura podíamos contemplar el valle del Ebro y el collado de Alba en el horizonte. También los restos del castillo de Carles. Hemos pasado, subiendo, a una zona más árida y agreste. Un poco más y ya teníamos cerca la gigantesca cueva dels Adells. Impresiona por la grandiosidad. Esta cueva se utiliza para guardar el ganado cuando hace mal tiempo. Nosotros hemos preferido ir a desayunar a la cueva del Curro, que está muy cerca. Es más pequeña pero protegida del sol por la vegetación. Hemos disfrutado del descanso charlando y comiendo. Hemos tenido que recular hasta la cueva de los Adells para iniciar el camino de bajada hasta la fuente del bosque Negre. Antes de empezar el descenso hemos contemplado embobados el horizonte por última vez porque nos íbamos a adentrar por el bosque de pino negro, otra maravilla de los recorrido de hoy. Hemos llegado a la fuente sedientos y hemos bebido a chorro tanto como hemos querido para apaciguar la satio el calor, que ahora ya se notaba. La fuente del bosc Negre es un lugar idílico rodeado de helechos, musgo, zarzas, todas las tonalidades del verde y con un agua que nunca para de manar, ni en las épocas secas. Sin duda, uno de los lugares más atractivos del Parque Natural de Els Ports. Nos hemos estado un rato y después hemos terminado de bajar pasando por el collado de Morera ya partir de aquí deshacer el camino de ida hasta el Toscar. En este último tramo nos hemos encontrado los corredores de la ultramaratón Rompez que nos avisaban con un grito cuando se acercaban para que les dejamos el camino libre. Después, en la fuente de los Xorros del Toscar hemos parado un rato junto a un avituallamiento de los corredores y corredoras que iban pasando tragando algo de comida y, sobre todo, remojándose la cara y el cuello en la fuente.

Como hemos hecho vía, todavía hemos tenido tiempo, antes de ir almorzar, de bajar unos metros por un camino cercano hasta los restos de la fábrica de vidrio plano cristalino que se construyó en 1713 y que cerró en 1719 al agotar la leña del entorno que les servía de combustible.

Hemos acabado como siempre con una comida de hermandad después de una mañana muy agradecida por bellos rincones del macizo del Ports.

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