La Cruz de Santos

Empezamos a caminar desde la plaza del antiguo balneario de Cardó, cargado de historia desde el siglo XVII, con la instauración del Monasterio de Sant Hilari, de monjes carmelitanos, y hasta 14 ermitas diseminadas por todo el valle, los restos de las que todavía se pueden visitar. Posteriormente, entre los años 1866 y 1967 el monasterio se reconvirtió en balneario, muy frecuentado en la época por sus aguas medicinales.

Cuando vas subiendo tienes una sensación de soledad y paz que se escucha y respira.

En la antigüedad, subir con esfuerzo físico a la cima de las montañas representaba un ejercicio casi litúrgico de purificación espiritual y corporal.

La Cruz de Santos es un sitio emblemático. No es el punto más elevado del territorio, preeminencia que corresponde a la cima de Caro, pero sí, quizás, el más significativo. Sin moverse de la Cruz se pisan a la vez tres términos municipales: Rasquera, Benifallet y Tivenys; y dos comarcas: el Baix Ebre y la Ribera d’Ebre. Es un lugar desde el que se divisa a la vez más extensión de las tierras del Ebro, desde la Ràpita a Vandellós por la costa; desde las dos Mores a Amposta, siguiendo el curso del Ebro; los dos lados del Delta con el Montsià en medio; y muchos pueblos de la Terra Alta, Ribera d’Ebre y Priorat, enmarcados por un lado por Els Ports y por el otro la sierra del Boix y el collado de Balaguer.

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