SIGLO IX, La aparición del sepulcro

En torno al año 813, reinando Alfonso II el Casto, un ermitaño llamado Pelayo, cree ver la luz de unas estrellas señalando un túmulo en el monte Libradón, donde más tarde surgiría Compostela. El suceso fue comunicado al Obispo de Iría Flavia, Teodomiro. Empezaron a desbrozar la maleza y se descubrió el arca de mármol con los restos que, por revelación divina, el Obispo atribuyó al Apóstol Santiago. Teodomiro da cuenta del hallazgo a Alfonso II y éste manda edificar sobre el sepulcro una sencilla iglesia de mampostería y barro. El propio Rey da cuenta del hecho a Carlomagno, y la noticia se propaga con rapidez por toda Europa.

Hasta 27 prodigios milagrosos, obrados por Santiago, se recogen en el Códice Calixtino, pero es en el año 859, durante la ocupación árabe de España, cuando en las llanuras de Clavijo, a 18 kilómetros de Logroño, Ordoño I, s enfrenta a las tropas musulmanas de Abderramán II en clara desventaja numérica. Entre el fragor de la batalla, el Apóstol Santiago aparece sobre un caballo blanco, repartiendo espadas sobre la morisma. Los cristianos vencen y es cuando el mito jacobeo traspasa definitivamente a los pirineos.

La Batalla de Clavijo, según el historiador Claudio Sánchez Albornoz, no la realizó el Rey Ramiro I, sino su hijo Ordoño I, que por ser Ordoño hijo de Ramiro, hubo algunas equivocaciones en los documentos.

A partir de aquí comienza la peregrinación a la tumba del Apóstol, trazándose caminos desde todos los confines de la tierra, y es a principios del siglo XII cuando alcanza el mayor apogeo, manteniéndose durante varias centurias. Esta popularidad que durante siglos llegó a superar incluso peregrinaciones como las de Roma o Jerusalén, se debió en gran parte al apoyo de los monjes de Cluny y del pontífice Calixto II.

El consejo de Europa otorgó al Camino de Santiago en 1987 el título de primer Itinerario Cultural Europeo y más tarde Patrimonio Cultural de la Humanidad.

OTROS EVENTOS RELEVANTES ACONTECIDOS EN ESTE SIGLO

Dentro de este siglo el Papa León III, por medio de la epístola «Noscat Vestra Fraternitas», da a conocer la buena nueva a toda la cristiandad.

Año 814. El rey Alfonso II ordena la edificación de la pequeña basílica de Antealtares sobre el sepulcro del Apóstol Santiago el Mayor.

Año 841. Se tienen datos de la llegada a Santiago de un primer grupo de peregrinos procedentes de Asturias.

Año 899. Consagración de la nueva basílica, cuya ejecución fue mandada por el Rey Alfonso III.